EL
PAÍS
MADRID
Viernes 26 de octubre de 2001
Los mil usos de la roca calizaPastores, caminantes, escaladores y aves comparten este bello cañón de Viana de Jadraque, en Guadalajara
ANDRÉS CAMPOS, Madrid
Viana de Jadraque es una aldea del entorno
a Sigüenza cuyos pocos habitantes –64 y bajando- atalayan la confluencia
del arroyo del Prado con el río Salado desde sencillas casas de piedra
caliza sin labrar. Dicha piedra, extraída durante siglos de un cercano
barranco –el de la Hoz, de Viana o del Gamellón-, es la misma que se
empleo en el Palacio de Correos de Madrid –inaugurado en 1919 y
jocosamente bautizado por su arquitectura nada sencilla como Nuestra
Señora de las Comunicaciones- y la misma que los escaladores trepan hoy
por vías como Asesina ruina, El acabóse o El tocho del váter.
Una roca y tres destinos.
Por la calle de detrás de la fuente,
nos echamos a nadar con la cabeza llena de tristes pensamientos
cangrejiles, no sin dejar por ello de advertir una singularidad de
Viana: las bodegas excavadas por doquier, recordatorio de una época en
que se cultivaba la vid -¡a 844 metro de altitud y con una temperatura
meda anual de 9.8º!- y el morapio, después de cocido se conservaba en
ellas. Hoy solo se usan para guardar patatas. Lo que, sumando a
anteriores cavilaciones, nos da la paradoja de que, siendo antaño los
pueblos más pobres que hogaño, eran más ricos sus cultivos, sus montes y
sus ríos, y más variados los quehaceres y ocios del campesino.
Al acabarse la calle pavimentada,
salimos del pueblo dejando a la izquierda la carnecería (sic) por
un camino de tierra que discurre junto a labradíos –mañana, campos de
girasoles y cereales- y, sin tomar ningún desvío a la diestra, llegamos
en media hora a la fuente del Pradillo. Tres chorros gruesos como brazos
suerte este manantial del arroyo del Prado, a la sombra de ancianos
chopos de troncos verrugosos, en un verdegal que nos hace sentir cual
arcadios.
Esta es la entrada al barranco de la
Hoz, un tajo abierto en la serrezuela de la Muela con cortados de hasta
45 metros de altura y 75 vías equipadas por y para los escaladores, a
los que vemos probando sus difíciles habilidades en todas las paredes
excepto en las primeras de la izquierda, pues allí anidan las ruidosas
chovas y grajillas, los aviones pirueteros y, fieles a su cita anual con
el barranco, una pareja de halcones peregrinos que proyectan sobre los
cantiles susto mortal de las palomas.
Sabinas, enebros y encinas de buen
porte salpican el cauce seco, culebreante y pedregoso por el que
avanzamos cautivados por los caprichos de la roca caliza: aquí un
paredón de vivo color rojo, como pintado con minio; allí, una escuadra
de barcos varados al borde del precipicio y, por todas partes, oquedades
aprovechadas desde tiempos remotos como tainas, o corrales, mediante la
adicción de un muro exterior de mampostería. Dos enormes bloques
prismáticos, cerca ya del final del cañón, recuerdan sus uso como
cantera. Como a una hora de andar por el barranco, con paso quedo y
admirativo, alcanzamos su cabecera, allí donde las paredes de suavizan
hasta confundirse con las lomas circundantes, tapizadas de prieto
encinar. En otra época y con un buen mapa, podíamos ensayar un nuevo
camino para regresar a Viana, pero es otoño y en estos horizontes
seguntinos suenan escopetazos y ladridos, mala música para andar
brujeando. Así que nos volvemos por donde hemos venido.
Guías para andar, pedalear y trepar
Dónde.
Viana de Jadraque (provincia de Guadalajara) dista 126 kilómetros de
Madrid, yendo por la autovía de Aragón (N-II) y saliéndose por el
kilómetro 104, por la carretera CM-1101, para antes de llegar a
Sigüenza, tomar las desviaciones bien señalizadas hacia los pueblos de
Baides y Huérmeces del Cerro.
Cuándo.
Paseo de tres horas –seis kilómetros, ida y vuelta por el mismo camino-,
con un desnivel acumulado de sólo 100 metros y dificultad muy baja, apto
para cualquier persona y época del año.
Quién.
Jose A. López Ballesteros y Mínguez A. Día Martínez son los autores de
15 rutas por la naturaleza de Sigüenza y el Parque Natural del Río
Dulce, una excelente guía editada por la librería Rayuela (Medina,
7; Sigüenza; teléfono 949 39 02 33) en la que se describen éste y otros
itinerarios a pie y en bicicleta por la zona. Y que más. El mejor mapa de la zona es la hoja 461-III del Instituto Geográfico Nacional, a escala 1:25.000. Si estamos interesados en escalar en el barranco, podemos consultar la página Web www.revistaiberica.com/escalada/castillalamancha/viana o los croquis de las vías que se hallas a disposición de los clientes en el bar El Puente, en Baides, a 2.5 kilómetros de Viana de Jadraque |